sábado, 20 de febrero de 2010

Placer solitario...

Voy recorriendo mis propios laberintos, los caminos descubiertos. Mis manos peregrinas palpitan ante deseos vedados, hoy me reconozco con mis propias venas dilatadas, Sentiré...mientras el universo con sus tempestades parpadee sin descansar, mientras mi océano descanse sobre los deseos y los murmullos de la vida se enciendan a lo lejos. Sufriendo la cadencia del desenfreno vestiré de sedas para dormir a espaldas del recato, para prepararme a la fuga de la prudencia, del decoro. Es mi propia piel sacudida que perfora, son esos suspiros retenidos, esas euforias, me amparo en inconfesables deleites. A tantos lapsos de la marea este oleaje puede acercarme a la orilla. Ya no volverá la calma de mis noches, cada extensión de esta piel silvestre reclama hambres dormidas. Desato los corales de mi pecho se agitan mis arterias... cuando llegue al puerto de la cordura anhelaré el mar con sus olas bravías, el viento marino, las tormentas de arena… por lo pronto solo tengo que despertar.

1 comentario:

El Alma Solitaria dijo...

Hoy sucumbiré ante la tentación,
sudoroso pienso en tus humedades,
como el roció a la flor en el amanecer,
te aheleo como la arena al mar
mi cuerpo sudoroso se estremece,
mi corazón palpita en salvaje deseo.
Hoo… cruel destino que me agobia,
Quiero morir en tu regazo,
Y con mi cara viendo tu rostro como si fuera un cielo
no escuchar ya en mis últimos instantes,
plegaria alguna, más que el susurro sosollante
de tu canto que se hace distante.
Así podrás ver mi alma como un ave que remonta el vuelo.