miércoles, 24 de febrero de 2010

Me pierdo...

Es cierto que me rindo cuando llegan tus voces, las mariposas de cobre de mis ojos se han postrado ante tu presencia, ahora vivo en el foco de un gran reloj de arena. Me tientas entre brumas febriles y yo creo. Las palabras perdidas, las sábanas de rocío que abrigan las risas, son antesala del calor de tu mirada fecunda. La ausencia de ti, es mi cansancio, mi ruina. Quise huir a esa voz desesperada y traté en vano de recordar mi camino; tengo los ojos tupidos. No hallé mis pisadas, ya me he olvidado, amnésica, disipada, ansiando juntar las absurdas fracciones de esta tentativa de existencia. Así me hallo ante un espejo polvoriento, fatigado. Y a pesar de todo aun puedo sorprenderme, aún sigo viva.

No hay comentarios: