sábado, 20 de febrero de 2010

Humanidad...

Como gota que rompe la roca, llegaste a fragmentar mi energía, viajé sola por la vida, caí sólida en precipicios, en sinrazones, fui presa de medusa, de su espíritu lóbrego. Se ahogaron los gritos de mi garganta antes de escapar. Pensé en tu nombre replica de agonía que se desdibuja en mi memoria, hebra de silencio que me invade, anhelo imperceptible de mis huesos, pero no llegaste a existir, te perdiste en el amanecer… en alaridos, en ardores inaccesibles.
Pasaran las eras y hemos de coincidir en otra superficie sin roces, sin fluidos, sin tez, sin recordarnos.
Pasará otra época, la luna mustia oprimirá mi semblante oscuro y he de ser ánimo que ronde fatigas. Mi pulso estremecido te buscara sin encontrar más que tu perfil marchito y sosegado, cruzado de esperas de disturbios… ha pasado el tiempo. Los bríos flotan como esporas codificadas en otra lengua que no deducimos… el amor. ¿Me conoces?, solo somos testigos del tiempo no transcurrimos con él, sucumbimos ante él. Las noches fecundan sospechas en mi vientre vacío y he de concebir angustias, llantos. Me elevaré y seré huracán hambriento que trague los capullos de los sueños, pero soñamos como humanos, y eso somos… simplemente humanos.

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